Llega a mis manos un objetivo Nikon Micro-NIKKOR 55mm f/2.8 que presenta tres problemas.
El primer problema es el aceite que tiene en las palas del diafragma.
El segundo problema se ecuentra en la "camisa" (esa pieza negra que se encuentra en la parte posterior del objetivo y que evita reflejos indeseados dentro de la lente trasera) que tiene un fuerte golpe que la a deformado y rajado.
El tercer problema reside en la perdida de un muelle que sirve para reforzar el retorno de la palanca de control del diafragma.
En la imagen anterior se aprecia la "camisa" doblada y rajada. A la derecha de esa raja se ven dos agujeros en el perímetro externo. El segundo agujero es para uno de los tornillos de sujeción y el que está más cerca es para sujetar el muelle (que se ha extraviado) de la palanca de control del diafragma.
Antes de proceder al desmontaje del objetivo revisamos el mismo por el exterior y es en ese momento cuando detectamos el golpe y fractura de esa pieza.
Para retirar de su sitio esa camisa se deben quitar los tres tornillos que tiene en su perímetro.
Desmontamos la bayoneta retirando los tres tornillos que la sujetan y buscamos en el interior del objetivo otros tres tornillos equidistantes y muy cercanos al tubo externo que tienen una gota de resina color rojo como sello de seguridad.
Una vez retirados esos tres tornillos podemos sacar por la parte frontal todo el conjunto óptico con el diafragma incorporado.
Vista posterior del conjunto óptico donde se aprecia el aceite en las palas del diafragma.
Para separar los dos grupos que componen el conjunto óptico y dejar el diafragma a la vista necesitamos quitar esos tres tornillos manchados de resina que se aprecian en la imagen anterior.
Aqui vemos los dos grupos separados.
El de la izquierda lleva incorporado el diafragma y retiraremos esos dos tornillos que se encuentran ubicados uno frente al otro en las posiciones horarias de 14:20 y 20:40.
Vista por el lado contrario donde se aprecia el muelle que debemos guardar aparte, antes de quitar los tornillos que mantienen el diafragma como un bloque.
Una vez que hemos quitado los tornillos y separado las dos partes veremos esto:
A la derecha el grupo óptico y a la izquierda el diafragma listo para desmontar.
En un pequeño recipiente metemos las palas en alcohol isopropílico, gasolina o qualquier líquido que limpie bien la grasa y el aceite.
La pieza base del diafragma también necesitaba una limpieza.
Una vez que se han secado con mucha delicadeza se ponen sobre un paño limpio y se procede al montaje del conjunto.
Terminada esa parte de la operación (la más difícil y delicada de todas) procedemos al montaje de todas las piezas actuando en modo inverso a como lo hicimos para desmontar.
Esto es todo.
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